viernes, 31 de octubre de 2014

Al acecho

Te veo llegar tan déspota, con ese aire de superioridad, con esa mirada de profesional, de psicólogo de los de "yo te entiendo, pero las cosas son así". Tu vestir anticuado, falsamente elegante lo demuestra todo. En tí se perciben aires enrarecidos de épocas antiguas, sin embargo, presentes. Formulas apariencias de amigo, de colega, de "yo estaré ahí para lo que necesites", de "no os preocupéis que conmigo esto o aquello se solucionará", de "yo estoy de tu lado". Formulas apariencias de amigo hasta que alquien te hace una pregunta incómoda. Entonces sacas a relucir tu peor cara, tu verdadera cara, aquella déspota realidad del "aquí harás lo que se te mande" y te dejas seducir por palabras o ficciones para cargar contra el que te ha formulado la pregunta. Contra mí.

Ignorante. No sabes con qué clase de persona te has metido. No sabes con qué Clase te has metido. He vivido en cuevas, cazado y quebrado la tierra, he luchado durante siglos, me apoderé del fuego e inventé el cielo y el infierno. He llorado y sufrido y me he hecho fuerte. He muerto y vivido. Nací de la nada, vivo con nada, voy hacia la nada. Poseo la sabiduría de siglos de experiencia. Y no tengo miedo.

Te veo. Te espero. Me río.

No hay comentarios:

Publicar un comentario